Existe un tipo de docente, consciente de que el futuro seguirá siendo líquido y que lleva años construyendo su Red Personal de Aprendizaje; creando redes más allá de sus claustros, intentando identificar y adaptar aquello relevante para su tarea profesional. Por supuesto, su actitud pro-activa, requiere voluntad, esfuerzo y tiempo. Tiempo que acostumbra a recortar de su vida extra-laboral; de su vida personal y/o familiar.
Aceptar este trueque en favor de la formación permanente del docente incluye la aparición de un efecto adicional que incrementa progresivamente, poco a poco: la exigencia.
El ritmo de vida de nuestra sociedad es exigente, pero el docente que decide liderar su desarrollo profesional, también.
Tras 20+ años en las aulas, tengo muy claro que las mejores experiencias de formación suelen ser compartidas, omnidireccionales y participativas.
Por supuesto, me encanta escuchar a un buen comunicador, especialmente si es experto en la temática, pero disfruto (y aprendo) mucho más, cuando se generan momentos de horizontalidad, de intercambio entre quienes realizamos funciones complementarias para ayudar a las nuevas generaciones. Cada vez me cuesta más hacer desplazamientos para ver y escuchar (exclusivamente) ponencias. Cuando lo hago es porque sé que habrá algo más.
Lo he repetido en diversas ocasiones ante diferentes personas, en público y en privado. Ingrid Mosquera ha sido capaz de construir una comunidad profesional de apoyo, ecléctica, diversa, encantadora, comprometida, pero quizá por encima de todo, exigente. ¡Enhorabuena #claustrovirtual!
2 respostes a “#edujornada: el congreso horizontal”
Tan real, com la vida mateixa. Un plaer desvirtualitzar-te.
Igualment Luis!